Domina la tendencia que transforma tu escote con tres pasos sencillos.
El layering de collares (o la superposición de joyas) ha pasado de ser una tendencia de moda a convertirse en un clásico imprescindible. Es la forma perfecta de transformar un conjunto sencillo y contar una historia personal con tus piezas. Sin embargo, lograr que esta combinación se vea sofisticada y no como un revoltijo de cadenas puede ser un desafío.
Aquí te presentamos la regla de oro del layering, dividida en tres pasos esenciales, para que domines este arte y crees combinaciones que giren cabezas.
Paso 1: Juega con la Longitud y Crea Niveles
La clave para un layering exitoso es la variación de longitud. Si todos tus collares caen al mismo nivel, se enredarán y se perderán unos a otros. El objetivo es crear una «escalera» visual en tu escote.
- El Iniciador (Choker o Corto): Comienza con un collar pegado al cuello (aproximadamente 35-40 cm). Puede ser una gargantilla delgada, un collar de perlas minimalista, o una cadena simple.
- El Enlace (Medio): Añade un segundo collar que caiga varios centímetros más abajo (aproximadamente 45-50 cm). Este nivel es ideal para collares con un colgante pequeño y significativo, como una inicial o una gema discreta.
- El Foco (Largo): Finaliza con una cadena larga (60 cm o más). Esta pieza suele ser la más llamativa y puede llevar un colgante más grande que actúe como punto focal de toda la composición.
El Tip de Oro: Deja siempre un espacio visible de 2 a 5 cm entre cada collar. Esto no solo mejora la estética, sino que también minimiza el riesgo de que se enreden.
Paso 2: Equilibra Texturas y Estilos
Una composición interesante se logra combinando elementos diferentes, pero que se complementan. Evita usar cinco cadenas exactamente iguales.
- El Contraste de Cadenas: Mezcla una cadena delgada y delicada con una cadena tipo «cable» o «eslabón» más gruesa. Esto aporta dinamismo y hace que cada pieza se destaque por sí misma.
- Añade un Punto de Brillo: Asegúrate de que al menos una pieza tenga un colgante. Puede ser un pequeño diamante, una moneda antigua, o un medallón con significado personal. El brillo o la textura diferente del colgante rompe la uniformidad y añade interés.
- ¿Oro, Plata o Ambos? Aunque tradicionalmente se desaconsejaba, hoy en día es totalmente válido mezclar metales. Si te atreves, hazlo intencionalmente: por ejemplo, combina una cadena de oro con el collar más largo de plata, o usa una pieza que ya combine ambos metales para unificar el look.
Paso 3: Menos es Más (Aplica la Prueba de la Mirada Rápida)
Aunque el layering invita a acumular, la elegancia está en el equilibrio. Generalmente, una combinación de tres collares es perfecta y la más fácil de mantener sin enredos.
La Prueba de la Mirada Rápida: Si al verte en el espejo, tu mirada se va directamente al cuello y la composición se siente pesada o recargada, es momento de quitar una pieza. Recuerda que los collares deben complementar tu atuendo y tu rostro, no robarles el protagonismo.
El layering de collares es una forma de expresión. Experimenta con tus herencias familiares, piezas vintage y las últimas adquisiciones. Al seguir estos tres pasos, garantizarás un look sofisticado y perfectamente armonizado.
